Un pasaje comercial ubicado en el microcentro de la ciudad, en la calle Florida 165, guarda la posibilidad de descubrir a Buenos Aires desde las alturas. Sólo un pendón ubicado afuera de una de las torres de ascensores anuncia la oportunidad de contemplar el río, las cúpulas, las calles extensas y los edificios, todos juntos desde una terraza ubicada a 87 metros de altura.
Aparentemente 87 metros, 14 pisos, no es mucha altura para una ciudad moderna, cosmopolita, con edificios que cuentan hasta con 30 o 40 pisos. Sin embargo, la magia de la Galaría Güemes no está solo en su altura.
Construida en 1913 por el italiano Francisco Gianotti, la Galería Güemes fue considerado el edificio más importante de su época. Esta galería representa el estilo de un tiempo, la magia de otros años, además de ser uno de los lugares favoritos de la ciudad de Julio Cortazar.
El visitante, si es curioso, puede deleitarse con los acabados de los techos, los detalles de las puertas, los imponentes ascensores, y si se atreve a ir más allá y subir hasta el piso 14, sorprenderse con la vista infinita de una albiceleste Buenos Aires.
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