Definitivamente no me voy a demorar un año para publicar esto. Volví al Mar. El Mar del Parque Tayrona es bravo, imponente. No te acaricia, te agarra, te toma como parte suya. Tu no eres distinto a él, eres sal y agua. Te arrastra, y si te descuidas corres el riesgo de fundirte irremediablemente con él.
No existe el tiempo, es eterno. Lo miras y desde lejos te llama, de cerca te arrebata. Mi corazón queda pleno. Mi pulso toma su ritmo. Esto, sin lugar a dudas, es felicidad.
2 comentarios:
que lindo lugar para visitar... ojala algun dia mis ganas de conocer el mundo (y mi buena economia xD) me lleven a Colombia!)
Saludoss
Es una belleza, vale la pena 100%
Saludos!!!
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