Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña,
como veía que sí podía fue a llamar otro elefante...
Creo que fue esa canción infantil la que inspiró la realización de los cuatro elefantes, cuatro, no uno ni cinco, cuatro. Creo que según la tradición hindú, son cuatro elefantes los que uno necesita para que den fuerza, suerte y seguridad, no se, creo. El caso es que cuatro me parece un número equilibrado. Así que realicé mis cuatro elefantes con diferentes técnicas, desde el collage hasta la acuarela. Sin embargo no logro terminarlo, ya los tengo a ellos pero no se en qué los voy a montar, si juntos o separados, aún no logro finalizar este proyecto, pero creo que por ahora les puedo presentar los cuatro elefantes.
Dicen que este pequeño se parece a Dumbo, no lo sé, pero es un juguetón. Armado con pedacitos de telas de colores está listo para salir a pasear.
Rojo fue el que más trabajo me costó, quién lo diría, pero casí no consigo dar vida a este elefante, y finalmente decidí decorarlo con un corazón.
Este elefante me encanta, realizado con papel, rapidógrafo y un poco de vinilo. Me fascina su silueta y su actitud festiva, es un buen elefante.
Y este fue el primero que hice, un elefante concentrado y sereno. Sí, creo que es un muy buen elefante para mi vida. Y ahora ¿cómo los voy a armar?
3 comentarios:
Las tareas de un elefante nunca son demasiado pesadas para él (Proverbio de Zimbabwe). Que buen trabajo, ésta serie me gusta mucho, se nota que has crecido.
Muchas gracias :)
Me encanta cuando en La vuelta al mundo en ochenta días aparece el elefante, es hermoso!! qué lindo, Antonia!!
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