Hace un año, en mi fiesta de compromiso, hice unos corazones con papel, hilo y acuarela, y los use como decoración de mi casa. Yo tuve puesto uno durante toda la noche, y al final de la fiesta le puse los otros a los amigos que los usaron como manillas.
Pero ahí no terminó el asunto, a los días se me ocurrió hacer uno con papel y tela y lo lleve puesto por algunos días, era mucho más resistente que los de papel, pero luego me lo quité y quedó guardado.
Este fin de semana descubrí maravillada que los corazones de papel habían dado cuerda a la imaginación de una amiga, quien después de llegar con su corazón azul a casa se le ocurrió hacer varios de estos y ponerlos como decoración en la puerta de su habitación. Me lleno de emoción ver cómo se transforman las ideas y cómo la creatividad no tiene límites. Aquí les dejo esta imagen de la decoración con corazones!
Creo que esta idea seguirá creciendo...
4 comentarios:
Las buenas ideas se propagan y se hacen independientes de sus creadores originales. Buena historia.
Sipi, así es. Tienen vida propia, eso es lo mejor.
Por ahí me contaron un chisme, que tu buena idea del cuento de Emilio está desatando nuevas ideas!
Wow!!!
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