El sueño se evapora de mi cuerpo temprano, como en los últimos días. Abro los ojos y veo una mancha borrosa en frente, parpadeo intentando aclarar la imagen y logro ver un rostro tranquilo, cubierto por una delgada y frágil capa de sueño. Siento entonces, a mi lado, una respiración suave y profunda, un sonido calmo que me tranquiliza. No quiero despertarte pero tampoco puedo evitar besar tu rostro y susurrate suave: Buenos días.
21 de noviembre de 2008.
1 comentario:
Maravilloso.
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